piscina Les Dunes Comodoro

Siete comodidades de hotel que no sabías que necesitabas

piscina Les Dunes Comodoro

Incluso en un placer universal como es viajar existen diferentes niveles y matices. Aunque lo más habitual es que se cumpla la máxima de que cada persona que viaja obtiene aquello por lo que paga, también dentro de un mismo presupuesto pueden conseguirse diferentes escalas de disfrute, en las que pequeños detalles marcan la diferencia para conseguir una experiencia superior. Y algunas comodidades de hotel son esas que, sin necesidad de disparar el gasto, pueden hacer que un viaje pase de simplemente bueno a sencillamente espectacular.

Por mucho que al viajar la mentalidad sea receptiva y abierta, que un viajero reciba del lugar en el que se hospeda un trato descuidado o ciertas faltas de atenciones puede empeorar, y mucho, su percepción de unas vacaciones. Ese motivo nos lleva, en Les Dunes, a tratar de cuidar todas las comodidades de hotel que, aunque incluso algunas personas no se hayan ni planteado, pueden suponer un valor añadido que agregar a unos días de asueto.

Buena comida a un paso de distancia

En destinos como Benidorm, y en todo el litoral alicantino, la buena gastronomía está por todas partes. Pero muchos momentos del viaje nos piden descansar y, para ello, nada mejor que poder disfrutar de una buena comida, sin matices, dentro del mismo hotel. La calidad de los mejores restaurantes sin tener que desplazarse a buscarlos.

Entretenimiento

Las vacaciones son puro esparcimiento. Días de playa, buena comida, paseos y ocio… En los que, incluso tras infinidad de actividades en un mismo día, pueden quedar horas muertas por la noche. Una película, una serie o un partido de nuestro equipo son cosas que apetecen también de viaje, y nada como disfrutarlas en condiciones sin salir de la habitación en una buena pantalla.

Servicio de habitaciones

El contador de pasos del reloj fitness marcando récord, las piernas acalambradas, los pies todavía con arena y un largo día a las espaldas de movimiento y disfrute. Llegar a la habitación, darse una ducha y, con un agujero en el estómago, tener que volver a vestirse y salir a cenar. En esas ocasiones, pequeñas comodidades de hotel como disponer de un servicio que suba la comida hasta tu misma puerta no es un lujo, sino una necesidad vital.

Caja fuerte

Por evidente que parezca, no todos los alojamientos ofrecen algo aparentemente tan importante como una caja fuerte. Al viajar, es necesario llevar con nosotros cosas importantes que ni podemos dejar descuidadas ni podemos llevar encima las 24 horas del día. Dinero, pasaportes, llaves de casa, una joya para alguna noche especial y otras muchas cosas piden a gritos un lugar seguro donde estar mientras disfrutamos de nuestro tiempo libre.

Zona de trabajo

Aunque no sea lo ideal para desconectar, la realidad habla por sí misma: cada vez más personas se van de vacaciones con el portátil a cuestas, o simplemente aprovechan días con menor carga y estrés para cumplir con sus obligaciones a distancia desde ubicaciones privilegiadas como la Costa Blanca. Contar con una zona de trabajo amplia, cómoda y un internet accesible y estable es ideal para esos nómadas digitales que combinan la arena de la playa con la bandeja de entrada siempre abierta.

Piscina

Por mucho que la ciudad ofrezca infinidad de atractivos, por mucho que la playa esté a un paso de distancia, la piscina es otro concepto. Es empezar la mañana -o terminar la tarde- con un baño de pura desconexión, casi recién salidos de la cama, relajarse y disfrutar. Además, todo un incentivo para la diversión familiar y para unas vacaciones activas.

Personal atento y amable

Ninguna persona va a pagar más por recibir un trato cordial, y sin embargo es algo básico. Un personal atento, amable y siempre dispuesto a ayudar y ofrecer soluciones es básico para que la experiencia vacacional sea completa. Especialmente, por lo que supone lo contrario: no ser tratado de la mejor manera es una de las vías más directas hacia unas vacaciones agrias y un viajero que no querrá volver ni a acercarse a un establecimiento.